Teoría de las inteligencias
múltiples
La teoría
de las inteligencias múltiples es un modelo propuesto por Howard Gardner en el
que la inteligencia no es vista como algo unitario que agrupa diferentes
capacidades específicas con distinto nivel de generalidad, sino como un
conjunto de inteligencias múltiples, distintas e independientes. Gardner define
la inteligencia como la "capacidad de resolver problemas o elaborar
productos que sean valiosos en una o más culturas".
CLASE DE INTELIGENCIAS
Inteligencia lingüística
El
don del lenguaje es universal, y su desarrollo en los niños es
sorprendentemente similar en todas las culturas. Incluso en el caso de personas
sordas a las que no se les ha enseñado explícitamente un lenguaje por señas, a
menudo inventan un lenguaje manual propio y lo usan espontáneamente. En
consecuencia, podemos decir que, una inteligencia puede operar
independientemente de una cierta modalidad en el estímulo o una forma
particular de respuesta.
Inteligencia
lógica-matemática
En
los individuos especialmente dotados de esta forma de inteligencia, el proceso
de resolución de problemas a menudo es extraordinariamente rápido: el
científico competente maneja simultáneamente muchas variables y crea numerosas
hipótesis que son evaluadas sucesivamente y, posteriormente, son aceptadas o
rechazadas.
Inteligencia espacial
La
resolución de problemas espaciales se aplica a la navegación y al uso de mapas
como sistema notacional. Otro tipo de solución a los problemas espaciales,
aparece en la visualización de un objeto visto desde un ángulo diferente y en
el juego del ajedrez. También se emplea este tipo de inteligencia en las artes
visuales
.
Inteligencia musical
Los datos
procedentes de diversas culturas hablan de la universalidad de la noción
musical. Incluso, los estudios sobre el desarrollo infantil sugieren que existe
una habilidad computacional en la primera infancia hasta que el aprendizaje de
notación musical proporciona más tarde, cuando es aprendido, un sistema
simbólico, lúcido y accesible.
Inteligencia corporal
cinestésica
La
evolución de los movimientos corporales especializados es de importancia obvia
para la especie; en los humanos esta adaptación se extiende al uso de
herramientas. El movimiento del cuerpo sigue un desarrollo claramente definido
en los niños y no hay duda de su universalidad cultural.
Inteligencia intrapersonal
La
inteligencia intrapersonal es el conocimiento de los aspectos internos de una
persona: el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimiento,
la capacidad de efectuar discriminaciones entre ciertas emociones y,
finalmente, ponerles un nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y
orientar la propia conducta.
Inteligencia
interpersonal
La
inteligencia interpersonal se constituye a partir de la capacidad nuclear para
sentir distinciones entre los demás, en particular, contrastes en sus estados
de ánimo, temperamento, motivaciones e intenciones. Esta inteligencia le
permite a un adulto hábil, leer las intenciones y los deseos de los demás,
aunque se los hayan ocultado. Esta capacidad se da de forma muy sofisticada en
los líderes religiosos, políticos, terapeutas y maestros. Esta forma de
inteligencia no depende necesariamente del lenguaje.
Inteligencia naturalista
Se
describe como la competencia para percibir las relaciones que existen entre
varias especies o grupos de objetos y personas, así como reconocer y establecer
si existen distinciones y semejanzas entre ellos.
Inteligencia emocional
Aunque
las definiciones tradicionales de inteligencia emocional, hacen hincapié en los
aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad de resolver
problemas, varios influyentes investigadores en el ámbito del estudio de la
inteligencia comienzan a reconocer la importancia de los aspectos no
cognitivos. Thorndike, en 1920, utilizó el término inteligencia social para
describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas.1 David
Wechsler en 1940, describe la influencia de factores no intelectivos sobre el
comportamiento inteligente, y sostiene, además, que nuestros modelos de
inteligencia no serán completos hasta que no puedan describir adecuadamente
estos factores.
Quienes desarrollan esta
capacidad
Las
características de la llamada inteligencia emocional son: la capacidad de
motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las
posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las
gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la
angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de
empatizar y confiar en los demás.